Swedbank estima que la economía estonia volverá a crecer en 2025 tras una contracción del 0,8% en 2024. Se prevé un crecimiento del PIB del 1,5%, y la economía podría acelerarse hasta el 2,5% en 2026.
Los principales factores de crecimiento son la recuperación de las exportaciones y el aumento de la inversión.
Al mismo tiempo, el consumo de los hogares en Estonia seguirá siendo relativamente débil debido al aumento de los impuestos y al menor crecimiento de la renta real de los hogares. La inflación alcanzará el 4% en 2025, por encima de la media de la zona euro. Esto se debe principalmente a la política fiscal y al gasto adicional de los hogares.
A pesar de los retos económicos, el mercado laboral de Estonia sigue resistiendo. La tasa de empleo supera el 69%, una de las más altas de Europa. Sin embargo, el rápido crecimiento de los salarios está superando el crecimiento de la productividad, lo que plantea riesgos adicionales para la competitividad de la economía.