La Cámara Checa de la Industria Alimentaria ha expresado su preocupación por los planes de la Unión Europea de ampliar considerablemente las cuotas de importación libres de aranceles para los productos agrícolas ucranianos. En un comunicado de prensa publicado el 15 de julio, se afirma que esto supone una amenaza para la industria azucarera checa. Según datos de la Cámara, la cuota de importación libre de aranceles de azúcar de Ucrania a la UE podría aumentar de las 20 070 toneladas actuales a 100 000 toneladas, es decir, cinco veces más. Como resultado, los productores checos temen una disminución del nivel de autosuficiencia y que se repita la situación del cierre de la fábrica de Grushovany, cerca de Evishovka, debido a la afluencia de azúcar importado barato.
La presidenta de la Cámara, Dana Večeržová, declaró: «Si las cuotas siguen aumentando, corremos el riesgo de ver el cierre de nuevas empresas y la ineficiencia de las inversiones, no solo en la industria azucarera, sino también en otros sectores estratégicos».
La disminución de la autosuficiencia de la República Checa en azúcar crea dependencia de las importaciones y devalúa las inversiones. Los productores instan al Gobierno a que renuncie al aumento de las cuotas y exija la introducción de mecanismos restrictivos (medidas de protección automáticas, umbrales de precios y cuotas individuales) en las negociaciones con la Comisión Europea.
Polonia, Eslovaquia, Hungría, Bulgaria y Rumanía han expresado su apoyo a la posición checa. Han firmado una declaración conjunta en la que instan a la Comisión Europea a introducir medidas de protección para los sectores más vulnerables de la UE: el azúcar, los cereales y la carne.
En 2024, la República Checa importó 27,9 millones de kg de azúcar de Ucrania (de un total de 81,1 millones de kg) por valor de 461 millones de coronas. Esto supera con creces el nivel de 2021, que fue de 3,7 millones de kg.
La ampliación de las cuotas de importación de Ucrania cinco veces, hasta 100 000 toneladas, podría debilitar gravemente la industria azucarera checa y poner en peligro puestos de trabajo e infraestructuras.