En la frontera entre Afganistán y Pakistán se produjeron intensos enfrentamientos entre las fuerzas afganas y las tropas pakistaníes, lo que supuso una de las escaladas más graves de los últimos años.
Según informes de la parte afgana, durante las operaciones nocturnas murieron 58 soldados pakistaníes y se capturaron 25 puestos fronterizos. Las autoridades pakistaníes confirman la muerte de 23 de sus militares y afirman que las pérdidas de la parte afgana superan las 200 personas.
Pakistán atribuye el conflicto a los ataques aéreos contra sus objetivos en Kabul y en las zonas orientales de Afganistán, incluidos los ataques contra las presuntas posiciones de Tehreek-i-Taliban Pakistan (TTP). La parte afgana afirma que, en respuesta a las repetidas violaciones de su espacio aéreo por parte de Pakistán, ha lanzado una operación para tomar posiciones fronterizas.
Como consecuencia del recrudecimiento de los combates, las autoridades pakistaníes han cerrado los principales pasos fronterizos, Torkham y Chaman, así como varios pasos fronterizos menores.