El antiguo propietario del club de fútbol inglés Chelsea, Roman Abramovich, ha bloqueado la transferencia a Ucrania del dinero obtenido por la venta del club en 2022, a pesar del ultimátum del primer ministro británico, Keir Starmer, según informa The Times.
Los fondos, que ascienden a entre 2300 y 2500 millones de libras esterlinas, obtenidos de la venta del Chelsea a un consorcio de inversores, permanecen congelados en cuentas del Reino Unido debido a las sanciones impuestas a Abramovich tras la invasión total de Rusia en Ucrania.
Starmer exige oficialmente que el empresario transfiera la totalidad de la suma a fines humanitarios para ayudar a Ucrania. Afirmó que el Gobierno ha expedido una licencia especial para la transferencia de fondos y está dispuesto a acudir a los tribunales para exigir el cumplimiento de las obligaciones.
Sin embargo, Abramovich se ha negado a cumplir esta exigencia. Según The Times, ha rechazado el ultimátum y ha iniciado los preparativos para defenderse ante los tribunales, contratando a abogados de alto nivel, entre ellos un exasesor de la Casa Blanca, para defender su posición.
Según los representantes de Abramovich, este considera que tiene fundamentos jurídicos para impugnar la transferencia de fondos en las condiciones que plantea Londres. En particular, insiste en que el dinero debe distribuirse no solo en beneficio de Ucrania, sino también «potencialmente a otras víctimas de la guerra», lo que suscita objeciones por parte del Gobierno británico y la UE.
El Gobierno británico insiste en que los fondos deben utilizarse exclusivamente para ayudar a Ucrania y sigue presionando a Abramovich a través de mecanismos políticos y jurídicos.