El sistema fiscal de los Países Bajos es muy variado. Veamos brevemente algunas de sus características.
Los impuestos para las personas jurídicas son los siguientes
1) Impuesto de sociedades (CIT):
El tipo oscila entre el 19% para los beneficios de hasta 200.000 euros y el 25,8% para los de más de 200.000 euros.
Hay una serie de peculiaridades: las empresas residentes tributan por los ingresos globales, mientras que las no residentes sólo tributan por los ingresos procedentes de fuentes situadas en los Países Bajos. En determinadas condiciones, los dividendos y las plusvalías pueden quedar exentos de tributación en virtud de la exención por participación sustancial.
2) El impuesto sobre el valor añadido (IVA) oscila entre el tipo normal del 21% y un tipo reducido del 9% (aplicable a determinados bienes y servicios) e incluso un tipo cero del 0% (para las exportaciones y algunos casos específicos). Cabe señalar que los empresarios están obligados a registrarse como contribuyentes del IVA y a presentar declaraciones trimestrales.
3) Impuesto sobre los dividendos, con un tipo del 15% retenido sobre los dividendos pagados a los accionistas. El tipo puede reducirse o anularse de conformidad con los convenios internacionales de doble imposición.
4) Impuesto sobre las plusvalías: las ganancias derivadas de la venta de activos de capital suelen incluirse en la base imponible y tributan al tipo normal del impuesto de sociedades.
5) No hay que olvidar las cotizaciones a la seguridad social de los empleados. Los empresarios están obligados a retener y pagar las cotizaciones a la seguridad social y la asistencia sanitaria de todos sus empleados.
En Holanda, el sistema fiscal permite darse de alta como empresario privado. En este caso, el empresario estará sujeto al impuesto sobre la renta, cuyo tipo es del 9,32% para los ingresos de hasta 38.098 EUR (incluida la cotización a la seguridad social del 27,65%, el tipo total es del 36,97%), del 36,97% para los ingresos de 38.098 EUR a 75.518 EUR, y los ingresos superiores a 75.518 EUR anuales tributan a un tipo del 49,50%.
Los empresarios individuales también deben pagar cotizaciones a la seguridad social y a la sanidad, cuyo importe depende de sus ingresos. Las empresas unipersonales deben registrarse como contribuyentes del IVA y presentar declaraciones trimestrales de impuestos, de forma similar a las personas jurídicas.
También existe un impuesto sobre bienes inmuebles, por el que los propietarios pagan un impuesto anual cuyo importe depende del valor catastral y es fijado por las autoridades locales.
El impuesto de sucesiones y donaciones se aplica a los receptores de herencias o donaciones, con tipos que dependen del grado de parentesco y del valor de los bienes recibidos.
En general, el sistema fiscal neerlandés se caracteriza por tipos progresivos y una gran variedad de impuestos, lo que requiere un enfoque cuidadoso de la planificación fiscal. Se recomienda consultar periódicamente a asesores fiscales profesionales para garantizar el cumplimiento de los requisitos legales vigentes.
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