El 21 de abril de 2025, el Papa Francisco falleció a la edad de 88 años. Según el derecho canónico, el cónclave para elegir a un nuevo pontífice debe celebrarse entre 15 y 20 días después del período de sede vacante (trono vacante). Así, la elección del nuevo Papa tendrá lugar entre el 6 y el 11 de mayo de 2025 en la Capilla Sixtina del Vaticano.
Los expertos nombran actualmente a varios aspirantes principales al trono papal. Entre los candidatos más probables al puesto de Papa se encuentran los siguientes cardenales:
Pietro Parolin (Italia, 70 años) – Secretario de Estado del Vaticano, diplomático y uno de los colaboradores más cercanos del Papa Francisco.
Matteo Zuppi (Italia, 69) – Arzobispo de Bolonia, representante del ala progresista, conocido por su participación en iniciativas de mantenimiento de la paz.
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67) – Ex arzobispo de Manila, prefecto del Dicasterio para la Evangelización, podría convertirse en el primer Papa procedente de Asia.
Peter Erdő (Hungría, 72) – Arzobispo de Esztergom-Budapest, teólogo, autoridad en el diálogo interreligioso.
Peter Turkson (Ghana, 76) – Centrado en la justicia social, uno de los principales cardenales de África.
Robert Sarah (Guinea, 79) – Cardenal conservador, ex jefe de la Congregación para el Culto Divino.
La elección del nuevo Papa se celebra en una reunión a puerta cerrada, el Cónclave, a la que asisten todos los cardenales menores de 80 años (en 2025 son unos 120). Cada uno de ellos está obligado a participar, salvo en casos de enfermedad o circunstancias especiales.
El procedimiento incluye las siguientes etapas:
El cónclave se celebra en solitario en la Capilla Sixtina.
Los cardenales votan de forma anónima. Para la elección se requiere una mayoría cualificada de dos tercios de los votos.
Las votaciones se celebran hasta cuatro veces al día (dos veces por la mañana y por la tarde).
Al final de cada ronda, se queman las papeletas: el humo negro significa que el Papa no ha sido elegido, el humo blanco significa que la elección ha tenido lugar.
El cardenal elegido, una vez tomada su decisión, dice: «Accepto» – Acepto. Entonces elige el nombre papal.
El mundo conoce el resultado a través de una fórmula histórica: Habemus Papam – «¡Tenemos un Papa!»