El Banco Nacional de Ucrania (BNU) ha rebajado sus previsiones de emigración de ucranianos: mientras que en abril de este año esperaba una salida de 200.000 este año y una entrada de 0,4 millones el próximo, ahora estima la salida este año en 400.000 y la entrada el próximo en 300.000.
«Esta hipótesis se ha deteriorado en comparación con el Informe de Inflación de abril debido a la importante destrucción del sistema energético ucraniano, que va acompañada de prolongados cortes de electricidad y aumenta los riesgos para la temporada de calefacción», señala el regulador en su Informe de Inflación de julio, publicado el viernes.
El BNU añade que, además de las dificultades domésticas, los frecuentes apagones repercuten negativamente en los procesos de producción, lo que reduce la actividad económica y la demanda de mano de obra, estimulando aún más la emigración.
En términos absolutos, se espera que el número de emigrantes que permanecen en el extranjero aumente a 6,7 millones este año y a 7 millones el próximo.
El BNU se remite a los datos de la ONU, según los cuales el número de emigrantes en el extranjero aumentó en 240.000 hasta alcanzar los 6,6 millones en el primer semestre de este año.
En un nuevo informe, el Banco Nacional ha retrasado de 2025 a 2026 la fecha prevista para el regreso de los ucranianos a su país. Según sus previsiones, 200.000 ucranianos podrían volver a casa en el primer trimestre de 2026 y otros tantos a finales de año, aunque el informe de inflación de abril estimaba la entrada neta en 2026 en 800.000.
El banco central explica el cambio en sus previsiones tanto por el deterioro de las condiciones de vida en Ucrania, en particular debido a los cortes de electricidad, como por el factor de la mayor adaptación de los ucranianos en el extranjero debido a la larga duración de su estancia.
Como resultado, el BNU estima ahora el número de ucranianos emigrantes en el extranjero a finales de 2026 en 6,6 millones, frente a los 5,3 millones del informe sobre la inflación de abril.
El BNU señala que el número de desplazados internos también seguirá siendo significativo, ya que las encuestas muestran que un número importante de ellos no tiene adónde regresar debido a la importante destrucción de las infraestructuras de vivienda.
«Actualmente prevalecen los riesgos negativos de una salida aún mayor de emigrantes al extranjero y un retorno menor y más tardío. Factores importantes en este sentido pueden ser las decisiones legislativas de los gobiernos de los países receptores para profundizar la integración de los emigrantes ucranianos en los países de acogida y de sus hijos en los sistemas educativos de los países de acogida, y, en consecuencia, para aumentar la propensión a unir a las familias en el extranjero», señala el regulador.
El NBU cree que esto tendrá un impacto negativo en la oferta de mano de obra y en la demanda de los consumidores y obstaculizará el crecimiento económico.
«Los cambios significativos en la estructura de la economía y el aumento de la demanda de mano de obra cualificada provocarán nuevos desequilibrios en el mercado laboral, lo que estimulará un crecimiento de los salarios superior al de la productividad en determinados sectores», predice el regulador.
Por otra parte, la rápida recuperación de la vivienda, las infraestructuras y el crecimiento del empleo debidos a la recuperación económica pueden propiciar un retorno más activo de los emigrantes, señala el banco central.