El consumo aparente de acero (que incluye la producción total de acero, las importaciones y las exportaciones) en la Unión Europea en 2024, según las estimaciones preliminares de Eurofer, descendió un 2,3%, hasta 127 millones de toneladas.
Esta cifra es peor que las expectativas publicadas anteriormente por la asociación, según las cuales el descenso podría ser del 1,8%. En 2023, el consumo de acero en la UE disminuiría un 5,8%, hasta 130 millones de toneladas.
Según el informe de Eurofer, en 2025 la recuperación del consumo aparente de acero será más lenta de lo que la asociación había previsto anteriormente: se espera un crecimiento del 2,2%, frente al 3,8% previsto anteriormente, siempre que la situación de la industria evolucione positivamente y las tensiones mundiales disminuyan, lo que actualmente es imprevisible.
El consumo podría alcanzar unos 130 millones de toneladas en 2025 y 133 millones de toneladas en 2026.
La dinámica general de la demanda de acero en la región europea sigue siendo muy incierta. No se espera ninguna mejora en el consumo aparente de acero hasta el primer trimestre de 2025, y los volúmenes de consumo se mantendrán muy por debajo de los niveles prepandémicos, según la asociación.
En el tercer trimestre de 2024, el consumo aparente de acero siguió disminuyendo (-0,9% tras el -1,4% del trimestre anterior) y se situó en 30,4 millones de toneladas.
Los datos del cuarto trimestre se publicarán más adelante. El consumo real de acero en 2024, según datos preliminares, disminuyó un 3,8% en la UE, y se espera que se recupere moderadamente en un 1% en 2025, mientras que anteriormente se preveía que creciera sólo un 0,6%. En 2026, el consumo real de acero podría crecer otro 1,9%.