El Papa Francisco ha pedido conversaciones entre Ucrania y Rusia para poner fin a la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania en 2022.
En su tradicional discurso de Navidad, el Papa dijo que «se necesita coraje para abrir la puerta» al diálogo «con el fin de lograr una paz justa y duradera» entre las dos partes.
Su llamamiento se produjo tras un ataque ruso a gran escala contra instalaciones energéticas ucranianas ese mismo día, en el que, según Ucrania, participaron al menos 184 misiles y aviones no tripulados.
A principios de año, Ucrania rechazó enérgicamente el llamamiento del Pontífice a Kiev para que negociara el fin de la guerra y «tuviera el valor de izar la bandera blanca».
Su mensaje Urbi et Orbi (A la ciudad y al mundo) también abordó otros conflictos.
Dirigiéndose a miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro, el Papa de 88 años dijo: «Que se silencie el ruido de las armas en la Ucrania desgarrada por la guerra y más allá».
«Invito a cada persona y a todos los pueblos de todas las naciones (…) a convertirse en peregrinos de la esperanza, a silenciar el ruido de las armas y a superar las divisiones», dijo.
Haciéndose eco de su mensaje de Navidad del año pasado, el Papa Francisco también pidió un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes retenidos por Hamás.
«Pienso en las comunidades cristianas de Israel y Palestina, especialmente en Gaza, donde la situación humanitaria es extremadamente difícil», dijo.
Pidió que «se abra la puerta del diálogo y la paz».
La guerra en Gaza comenzó después de que el grupo Hamás atacara Israel el 7 de octubre de 2023. Los militantes mataron a unas 1.200 personas y tomaron a otras 251 como rehenes en Gaza. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, más de 45.000 palestinos han muerto como consecuencia de la ofensiva israelí.
A principios de esta semana, el Papa se refirió en dos ocasiones a los ataques de Israel como «crueldad», provocando una fuerte reprimenda de Israel, que calificó los comentarios de «particularmente decepcionantes.»
El Papa Francisco también dijo que sus pensamientos están con las comunidades cristianas en el Líbano y Siria, donde los rebeldes recientemente derrocaron al presidente sirio Bashar al-Assad después de 24 años en el poder. La población cristiana de Siria ha disminuido desde el inicio de la guerra en 2011, y según algunos informes, ahora es sólo una fracción del número anterior a la guerra de 1,5 millones.
Las minorías sirias han expresado su temor por su futuro en el país tras la llegada al poder de los rebeldes islamistas, aunque el principal grupo rebelde, Hayat Tahrir al-Sham, ha afirmado que se protegerá a todas las confesiones.
Fuente: https://www.bbc.com/news/articles/ce8en1jn3n5o
