En vísperas del Día anual del Danubio, expertos y ecologistas recuerdan las amenazas medioambientales a gran escala que se ciernen sobre el mayor sistema fluvial de Europa. En los últimos 150 años, el Danubio ha perdido alrededor del 80 % de sus llanuras aluviales y humedales naturales debido a la intervención humana, la construcción de presas, la energía hidroeléctrica, la navegación activa y la regulación del cauce. Esto ha provocado una drástica reducción de la biodiversidad, la desaparición de los peces esturiónidos y el debilitamiento de la capacidad de los ecosistemas para contener las inundaciones y las sequías.
La longitud total del Danubio es de aproximadamente 2857 km. Es el río más internacional de Europa: atraviesa el territorio o sirve de frontera a diez Estados.
En Alemania, unos 214 km;
en Austria, 294 km;
en Eslovaquia, 166 km;
en Hungría, 334 km;
en Croacia, 129 km;
en Serbia, 269 km;
en Bulgaria: 148 km;
en Rumanía: 825 km;
en Moldavia: 49 km;
en Ucrania: unos 109 km.
En la cuenca del río viven unos 83 millones de personas, de las cuales más de 20 millones dependen del Danubio como fuente de agua potable. A lo largo del Danubio se encuentran las capitales de cuatro estados europeos: Viena, Bratislava, Budapest y Belgrado.
Entre los problemas más graves se encuentran:
la contaminación por sustancias orgánicas y tóxicas procedentes de los vertidos y las explotaciones agrícolas;
la contaminación por residuos domésticos, incluido el plástico;
el cambio climático y las fluctuaciones del nivel del agua;
las especies invasoras;
la construcción de presas y centrales hidroeléctricas que dificultan la migración de los peces;
la pesca furtiva de esturiones para obtener caviar negro.
Las construcciones hidráulicas, como la presa «Puerta de Hierro» en la frontera entre Serbia y Rumanía, han bloqueado completamente el camino hacia las zonas de desove de decenas de especies de peces.
La iniciativa WWF Living Danube Partnership ya ha restaurado más de 1700 hectáreas de humedales y ha mejorado el suministro de agua en una superficie de 3700 hectáreas.
El proyecto LIFE-Boat 4 Sturgeon trabaja en la conservación de los esturiones, la creación de un banco genético y la recuperación de las poblaciones.
Se están desarrollando sistemas de uso racional del agua, se están introduciendo filtros de purificación de agua y se está promoviendo el uso sostenible de la tierra.
Se está involucrando a las empresas que operan en la cuenca del Danubio en la responsabilidad por los recursos hídricos.
El Danubio sigue siendo un río vital para decenas de millones de personas y el último refugio para especies únicas de peces y aves. La conservación y restauración del Danubio requiere la coordinación internacional, un enfoque sistemático de protección de la naturaleza y una política consciente por parte de los países de la región. El río sobre el que escribió Strauss en su famoso vals «En el hermoso Danubio azul» debe conservar su aspecto natural en el siglo XXI.