La agencia internacional de calificación Fitch Ratings ha mejorado la calificación de riesgo de impago a largo plazo (RDX) de Ucrania en moneda extranjera de «RD» («impago limitado») a «CCC» tras los avances en la reestructuración de los bonos del PIB.
«La subida de la calificación refleja nuestra valoración de la normalización de las relaciones de Ucrania con la mayoría de los acreedores comerciales externos», se indica en el comunicado de la agencia.
Anteriormente, el 18 de diciembre, se anunció que el 99 % de los inversores apoyaban el canje de los warrants sobre el PIB por eurobonos y, junto con la reestructuración de la deuda soberana y garantizada por el Estado en agosto de 2024, Ucrania, según la estimación de Fitch, reestructuró el 94 % de la deuda comercial externa y la deuda garantizada por el Estado.
Cabe señalar que, según las condiciones del canje, Ucrania convertirá casi todo el volumen nominal pendiente de los warrants sobre el PIB (2600 millones de dólares) en una nueva clase de bonos C con vencimiento en 2032 con un coeficiente de 1,34 por un importe de aproximadamente 3000 millones 497,67 millones de dólares (y una pequeña parte en bonos B emitidos durante la reestructuración de los eurobonos del año pasado con vencimiento en 2030 y 2034 por un importe de 16,91 millones de dólares). Al mismo tiempo, a principios de junio, Ucrania incumplió el pago de estos warrants por valor de 665 millones de dólares.
Fitch también destacó la aprobación por parte de la Unión Europea (UE) de un nuevo préstamo para Ucrania por valor de 90 000 millones de euros, cuyo reembolso solo está previsto en caso de que se reciban reparaciones de Rusia. Según la agencia, esto cubrirá las necesidades de financiación durante más de un año y reducirá los riesgos a corto plazo para la sostenibilidad de la deuda.
Al mismo tiempo, Fitch señaló que la calificación «CCC» refleja los riesgos crediticios significativos derivados de la guerra y sus consecuencias macroeconómicas y fiscales, aunque estos riesgos se ven parcialmente compensados por el perfil de pagos gestionable en el corto plazo, las importantes reservas de divisas y el apoyo de la UE.