La producción mundial de níquel primario aumentará un 5,9% hasta los 3,735 millones de toneladas en 2025, según el Grupo Internacional de Estudios sobre el Níquel (INSG).
En 2024, aumentará un 11,1%, hasta 3,526 millones de toneladas.
Estas estimaciones no tienen en cuenta la posibilidad de que se produzcan interrupciones en el funcionamiento de las empresas, señaló el INSG en un comunicado.
Se prevé que Indonesia siga aumentando la producción de diversos tipos de productos de níquel, incluido el arrabio de níquel (NPI). En China, se prevé que la producción de níquel crezca este año, impulsada por una mayor producción de cátodos de níquel y sulfato de níquel, mientras que se espera que la producción de NPI siga disminuyendo.
En otros países, debido sobre todo a problemas de rentabilidad, se han paralizado varias instalaciones de producción, se ha reducido la producción o se está considerando alguna de estas opciones en el futuro, según el INSG.
El crecimiento del uso de níquel en baterías para vehículos eléctricos fue más débil de lo previsto, en particular debido a la competencia de otros tipos de baterías (principalmente de litio-hierro-fosfato), según los analistas de la organización.
Se espera que el consumo mundial de níquel primario aumente un 5,7% este año hasta alcanzar los 3,537 millones de toneladas. El año pasado aumentó un 4,8%, hasta 3,347 millones de toneladas.
Así pues, el mercado mundial del níquel seguirá siendo excedentario. El excedente de metal fue de 170 mil toneladas en 2023, 179 mil toneladas en 2024, y la producción superará la demanda en 198 mil toneladas en 2025, según INSG.
INSG es una organización intergubernamental independiente fundada en 1990 y con sede en Lisboa, Portugal. Sus miembros son países productores y consumidores de níquel: Alemania, Australia, Brasil, Cuba, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Noruega, Portugal, Reino Unido, Rusia, Suecia y la Unión Europea.