Según los últimos datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), entre enero y abril de 2025 aumentaron notablemente las compras de gas ruso por parte de los países de la UE. A pesar de los esfuerzos por abandonar los suministros procedentes de Rusia, siguieron llegando a la Unión Europea importantes volúmenes tanto de gas natural por gasoducto como de gas natural licuado (GNL).
Las importaciones de gas ruso por gasoducto a Europa durante los primeros cuatro meses de 2025 aumentaron entre un 5 % y un 10 % en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Los suministros de GNL ruso también registraron un crecimiento: al final de enero, esta cifra superó el 17 % en comparación con diciembre de 2024.
En enero de 2025, la UE gastó alrededor de 1900 millones de euros en gas ruso: ≈833 millones de euros en suministros por gasoducto y ≈1070 millones de euros en GNL, lo que supuso el nivel máximo en dos años.
La interrupción del tránsito de gas ruso a través de Ucrania desde el 1 de enero de 2025 ha empujado a los países de la UE a aumentar las compras a través de rutas alternativas, como TurkStream, y mediante suministros de GNL.
Se aprovechan los contratos ventajosos y los precios más baratos del GNL ruso, especialmente en condiciones de escasez de recursos energéticos.
Dependencia energética: A pesar del objetivo de abandonar por completo el gas ruso para 2027, el bloque de la UE sigue dependiendo de él en un ≈19 % de sus importaciones totales de gas.
Diversificación en curso: La UE está tratando activamente de compensar los riesgos mediante nuevos proveedores (EE. UU., Noruega, Argelia, Azerbaiyán) y el refuerzo del papel del GNL, pero el cese de los suministros rusos requiere tiempo.
Las autoridades europeas están debatiendo la posibilidad de transferir los contratos al estado de fuerza mayor, lo que facilitaría su rescisión antes de 2027.