En el primer semestre de 2025, la española Repsol redujo su beneficio neto un 62,9%, hasta 603 millones de euros, mientras que el resultado neto ajustado disminuyó un 36,4%, hasta 1.353 millones de euros, informó la compañía en un comunicado.
«Estos resultados se han producido en un entorno caracterizado por la volatilidad geopolítica y las tensiones arancelarias, el crecimiento sostenido de la oferta de la OPEP+ y una nueva caída de los precios del petróleo (la media semestral fue de 71,9 dólares por barril, un 14,5% menos) y la debilidad del dólar, así como por los efectos del apagón general en España del 28 de abril», explica el fabricante.
Mientras, la compañía considera que el modelo integrado de Repsol ha vuelto a demostrar su resistencia. «Todos los negocios mejoraron sus resultados tanto trimestrales como semestrales respecto al periodo anterior, a excepción del área industrial, debido principalmente a la falta de suministro eléctrico que afectó a las 5 refinerías y 3 grandes centros de producción química del grupo en España y Portugal», añade el comunicado.
La producción del primer semestre ascendió a 549.000 barriles equivalentes de petróleo al día, lo que supone un descenso interanual del 6,8%. La puesta en marcha de nuevos pozos en el segundo trimestre elevó la producción a 557 kboe/d, lo que supone una previsión para todo el año de 550 kboe/d.
La deuda neta a finales de junio disminuyó en 102 millones de euros con respecto a marzo, situándose en 5.728 millones de euros. Las inversiones brutas en el periodo de enero a junio ascendieron a 2.700 millones de euros, principalmente en EE.UU., España y Brasil.
La compañía anunció un nuevo programa de recompra de acciones por valor de 350 millones de euros, con lo que su volumen total de recompras en 2025 se eleva a 700 millones de euros. Repsol confirmó su intención de destinar entre el 30% y el 35% de su flujo de caja operativo a los accionistas, a pesar de la volatilidad del entorno de mercado. «En total, Repsol prevé destinar alrededor de 4.600 millones de euros a dividendos hasta 2027, además de un máximo de 5.400 millones de euros para recompra y amortización de acciones», señala el comunicado.
A finales de marzo, Repsol anunció un acuerdo con NEO Energy para combinar sus activos de exploración y producción en el Reino Unido. La operación, que se espera cerrar durante el tercer trimestre, dará lugar a una empresa conjunta denominada NEO Next, que se convertirá en uno de los mayores productores independientes de petróleo y gas del Mar del Norte británico, con una producción estimada de 130 kboe/d en 2025, según prevé la compañía. En junio, el holding español anunció un acuerdo con Medco Energi para vender su participación del 24% en el bloque Corridor, en Indonesia, por 425 millones de dólares. También se espera que la operación se cierre en el tercer trimestre.
La empresa trabaja para iniciar la producción en el proyecto de aguas profundas de León Castilla, en el Golfo de México estadounidense, este trimestre, y en la primera fase del yacimiento de Picca, en Alaska, en diciembre-enero de este invierno.
En el negocio de generación baja en carbono, Repsol ha alcanzado un acuerdo con Schroders Greencoat en España para entrar en una cartera de 400 MW de plantas eólicas y solares con una participación del 49%. La compañía también ha unido fuerzas con Stonepeak en un activo renovable de 777 MW en EE.UU., donde la empresa estadounidense toma una participación del 46,3%. La puesta en marcha de nuevos activos en España, Estados Unidos y Chile ha permitido a Repsol aumentar su generación eléctrica hasta los 4.934 GWh en el primer semestre de 2025, un 34,6% más que en el mismo periodo del año anterior. La compañía cuenta actualmente con más de 4,7 mil MW de capacidad renovable en operación y 2 mil MW en desarrollo.