Aproximadamente 1.050 millones de toneladas, o el 19% de todos los alimentos producidos en el mundo, se desperdiciaron en 2022, mientras más de 780 millones de personas seguían luchando contra el hambre, según la ONU.
«En 2022, los hogares de todos los continentes desperdiciaron más de 1.000 millones de comidas al día, mientras 783 millones de personas padecían hambre y un tercio de la población mundial se enfrentaba a la inseguridad alimentaria», señala el informe, publicado en la página web del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Según el informe, en 2022 se produjeron en el mundo 1.050 millones de toneladas de residuos alimentarios, lo que supone 132 kg per cápita o casi una quinta parte de todos los alimentos a disposición de los consumidores. Los hogares representaron el 60% del desperdicio de alimentos, las empresas de restauración el 28% y los minoristas otro 12%.
«El desperdicio de alimentos es una tragedia mundial. En la actualidad, millones de personas pasan hambre mientras los alimentos simplemente se tiran», declaró Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA.
«Este desperdicio causa importantes daños al clima y a la naturaleza», añadió.
Según el PNUMA, el desperdicio de alimentos es responsable del 8-10% de las emisiones mundiales anuales de gases de efecto invernadero y de importantes pérdidas de biodiversidad.
«El daño a la economía mundial por las pérdidas y el desperdicio de alimentos se estima en alrededor de un billón de dólares», dijo el PNUMA.
El informe señala que, hasta 2022, sólo 21 países han incluido la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos en su agenda climática nacional.
