S&P ha mejorado la calificación soberana a largo plazo de Serbia de BB+ a BBB-, lo que saca a sus bonos en divisas del estatus de basura y los sitúa en la categoría de grado de inversión, informa Bloomberg citando un comunicado de la agencia.
La perspectiva de la calificación es estable. De este modo, la empresa calificadora evalúa ahora la solvencia de Serbia al mismo nivel que Hungría y Rumanía y un escalón por debajo de México. Fitch Ratings y Moody’s Ratings todavía tienen calificaciones especulativas sobre el país.
«La mejora de la calificación refleja la creciente resistencia de Serbia a las perturbaciones gracias a una gestión macroeconómica eficaz, que esperamos continúe en los próximos años», declaró S&P en un comunicado.
Señala que la robusta demanda interna, las reservas acumuladas y las prudentes políticas fiscales y monetarias, respaldadas por la cooperación con el FMI, permiten a Serbia resistir las dificultades económicas y las posibles perturbaciones futuras.
S&P cambió su perspectiva sobre la calificación crediticia de Serbia a positiva en abril de 2024, y Fitch y Moody’s siguieron su ejemplo en agosto, aumentando la probabilidad de que el país reciba pronto una calificación de grado de inversión por parte de las tres agencias de calificación globales, según Bloomberg. Serbia se convirtió en el primer país de los Balcanes Occidentales en recibir una calificación de grado de inversión y el único país candidato a la UE en hacerlo. El rendimiento de los bonos serbios denominados en dólares para 2034 cayó 70 puntos básicos desde su máximo de junio, hasta el 5,63% del viernes 4 de octubre.
Desde junio, los bonos serbios han rendido un 7%, superando al Bloomberg EM Hard Currency Index, que ha subido un 5,8%. Algunos inversores, como Morgan Stanley Investment Management, creen desde hace tiempo que Serbia merece una mejora de calificación, señala la agencia.