Verdi, el sindicato unido de trabajadores de servicios, que incluye a los empleados de los mayores aeropuertos de Alemania, ha convocado a sus afiliados a una huelga de advertencia de un día de duración el 10 de marzo. El sindicato se ve obligado a recurrir a la acción de protesta debido a la falta de voluntad de los empresarios para satisfacer las demandas de los trabajadores en la negociación colectiva, afirma en un comunicado publicado en su página web.
El sindicato reclama un aumento salarial del 8%, es decir, al menos 350 euros al mes, así como primas más elevadas por trabajo pesado y días libres adicionales.
Las protestas afectarán a 11 aeropuertos, entre ellos los de Múnich, Fráncfort, Colonia, Hamburgo y Berlín.
La asociación alemana de aeropuertos ADV advirtió de que la huelga podría alterar los planes de cientos de miles de pasajeros.
«Hacer huelga en 11 aeropuertos al mismo tiempo deja a todo un país sin tráfico aéreo», ha declarado el director gerente de ADV, Ralf Beisel. – «Instamos a Verdi a que tenga en cuenta los intereses de los pasajeros y busque una solución negociada».
«El daño económico causado por estas huelgas es enorme y afecta no sólo a la industria de la aviación, sino a toda la economía en una situación económica ya de por sí extremadamente tensa», añadió.
Además de las compañías aéreas y los aeropuertos, otras industrias también se verán afectadas por las cancelaciones y retrasos de vuelos. Los hoteles, restaurantes y comercios minoristas de las regiones afectadas podrían sufrir importantes pérdidas de ingresos. Cuando los vuelos se cancelan o retrasan, toda la cadena de suministro también se resiente, según un comunicado publicado en el sitio web de la ADV.