Las autoridades españolas pretenden regularizar hasta 300.000 inmigrantes al año para compensar la escasez de mano de obra del país debido al envejecimiento de la población, declaró el martes la ministra española de Seguridad Social y Migración, Elma Sais.
«España tiene que elegir entre un país próspero abierto o un país pobre cerrado. Hemos elegido el segundo», declaró Sais a los medios occidentales.
Según Sais, la política de inmigración durará tres años. Precisó que España necesita entre 250.000 y 300.000 trabajadores extranjeros al año, capaces de pagar impuestos, para preservar el Estado del bienestar.
Las nuevas medidas de las autoridades prevén la simplificación de los procedimientos de expedición a los inmigrantes de permisos de residencia y trabajo, lo que contribuirá a que los trabajadores extranjeros reciban derechos laborales garantizados. Además, los recién llegados que busquen trabajo podrán prorrogar su visado de tres a doce meses. Los extranjeros con visado de estudios podrán trabajar hasta 30 horas semanales.
Los medios de comunicación señalan que la economía de España -país de 48,9 millones de habitantes- es la que más crece de la UE. Esta tendencia también se ve favorecida por la afluencia de inmigrantes cualificados procedentes de América Latina. Fitch Ratings Inc. calcula que en 2022 entrarán en España más emigrantes que en toda la década anterior a la vez.
Sin embargo, encuestas de opinión realizadas en octubre por medios de comunicación españoles mostraron que el 57% de los encuestados cree que el nivel actual de migración al país es demasiado alto. El 54% cree que el número real de inmigrantes es superior al que declaran las autoridades.