El presidente ucraniano insta a Joe Biden y Xi Jinping a «demostrar su liderazgo» y enviar un mensaje a Moscú.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha lanzado un desesperado mensaje de vídeo en el que insta a los líderes mundiales a asistir a una «cumbre de paz» el mes que viene en Suiza, tras el mortífero ataque ruso del sábado contra un hipermercado de la construcción en Kharkiv, que se saldó con 12 muertos y decenas de heridos.
Zelensky hizo un llamamiento al presidente estadounidense, Joe Biden, y al líder chino, Xi Jinping, entre otros, para que asistan a la cumbre, cuyo comienzo está previsto para el 15 de junio. «Por favor, muestren su liderazgo en la promoción de la paz, una paz real, no sólo una pausa entre golpes», dijo Zelensky en inglés.
Biden aún no ha confirmado su asistencia, y se desconoce si China asistirá: «las negociaciones sobre la participación de Pekín están en curso», declaró Mikhail Podolyak, ayudante de Zelensky, en una entrevista la semana pasada.
El ataque del sábado se produjo al final de una semana en la que los ataques diarios rusos con misiles y aviación aterrorizaron la segunda ciudad de Ucrania, alcanzando una imprenta, numerosas zonas residenciales y un parque central, entre otros objetivos. En la mayoría de los casos, no había objetivos militares evidentes en las inmediaciones.
El alcalde de Kharkiv, Igor Terekhov, dijo que el sábado por la tarde había unas 120 personas en el interior de una tienda de construcción. «El ataque iba dirigido contra un centro comercial en el que había mucha gente; se trata, sin duda, de terrorismo», afirmó.
Según la fiscalía, murieron 12 personas, 10 de las cuales aún no han sido identificadas, y 43 resultaron heridas. Otras 16 personas desaparecieron tras el ataque. El gobernador regional declaró que otro misil había alcanzado a primera hora de la tarde un edificio residencial en el centro de la ciudad, causando 18 heridos.
En las últimas semanas, Rusia se ha esforzado por hacer insoportable la vida en Kharkiv, una ciudad a 32 kilómetros de la frontera ucraniana que antes de la guerra albergaba a más de un millón de personas. Aunque la vida en la ciudad continúa, los mortíferos bombardeos se han convertido en algo cotidiano.
Debido a la proximidad de la ciudad a la frontera, los cazas rusos pueden lanzar bombas planeadoras contra el centro de la ciudad desde territorio ruso. Las autoridades ucranianas afirman que la mejora de los sistemas de defensa antiaérea y los cazas F16 son componentes vitales para proteger la ciudad. La región de Kharkiv también ha sido objeto de una nueva ofensiva rusa sobre la ciudad de Volchansk en los últimos quince días, que ha desplazado a miles de residentes.
Rusia afirma que sus ataques contra la región de Kharkiv tienen por objeto crear una «zona tampón» para impedir que las fuerzas ucranianas ataquen las regiones fronterizas de Rusia.
El sábado, un popular centro comercial de los suburbios fue tiroteado. Andrei Kudinov, su director, declaró a los medios locales que la tienda estaba abarrotada de compradores que adquirían artículos para sus dachas.
Los testigos describieron una situación de pánico en el supermercado. «Estaba en mi puesto de trabajo. Oí el primer estruendo y . junto con un compañero caímos al suelo. Sonó un segundo impacto y quedamos cubiertos de escombros. Entonces empezamos a arrastrarnos hacia arriba», dijo a Reuters Dmitry Sirotenko, de 26 años, que hablaba con un gran corte en la cara.
El impacto provocó un incendio que levantó grandes nubes de humo oscuro sobre el centro comercial y los bomberos tuvieron que intervenir para atajar las llamas. Las labores de rescate en tales condiciones son peligrosas, y los ataques repetidos contra los equipos de primera intervención son una característica común de los recientes ataques rusos.
El domingo, Zelensky dijo que era una prueba más de que Rusia no está interesada en la paz. «Todos sabemos con quién estamos tratando. Rusia está dirigida por personas que quieren hacer de esto la norma: quemar vidas, destruir ciudades y pueblos, dividir a la gente y borrar las fronteras nacionales mediante la guerra. No hay nación que pueda detener una guerra así por sí sola», afirmó.
Zelensky dijo que más de 80 países han confirmado ya su participación en la cumbre suiza. Rusia no ha sido invitada y calificó el evento de inútil. Su objetivo no parece ser desarrollar una fórmula de paz viable, sino crear una gran coalición de países que pidan a Moscú que ponga fin a la guerra, en particular muchos países del sur global que hasta ahora han permanecido neutrales.
Podolyak, uno de los principales ayudantes de Zelensky, afirmó que el presidente ucraniano había dedicado tiempo a llamar a numerosos líderes del sur global para intentar convencerles de que asistieran a la cumbre, centrándose en África, América Latina y el Pacífico.
«Los rusos están intentando hacer todo lo posible por desacreditar la idea y ofrecer incentivos para que no participen», afirmó Podolyak, en alusión a la trifulca diplomática que rodea a la cumbre.
Se cree poco probable que China, que ha respaldado tácitamente a Rusia en el conflicto, asista a la cumbre, aunque los diplomáticos ucranianos han estado trabajando duro para persuadir a Pekín de que participe de alguna forma. China ha esbozado su propio plan de paz, que los funcionarios ucranianos consideran inviable.
«La fórmula china consiste en obligar a Ucrania a capitular o congelar el conflicto según las condiciones de Rusia», declaró Podolyak. «China es el país clave [para nosotros] porque en cuanto cambie su posición de neutral y desinteresada a neutral pero justa, entonces la presión sobre Rusia empezará a crecer», añadió.
En un informe publicado el viernes, Reuters citó fuentes anónimas en Moscú que afirman que el presidente Vladimir Putin está buscando un acuerdo de alto el fuego. «Putin puede luchar todo el tiempo que haga falta, pero también está dispuesto a un alto el fuego para congelar la guerra», declaró una de las fuentes.
Funcionarios ucranianos y muchos occidentales reaccionaron con escepticismo ante tales declaraciones, señalando que sin garantías reales de seguridad para Ucrania, cualquier intento de congelar el conflicto sería inútil.
