En abril de 2025, la empresa Active Group, en colaboración con el centro de análisis Experts Club y la plataforma SunFlower Sociology, realizó una encuesta sobre la actitud de los ciudadanos de Ucrania hacia los países de Asia Central y el Cáucaso. Los resultados muestran una percepción mayoritariamente neutral o moderadamente positiva de la región, con Georgia y Kazajistán como claros líderes en cuanto a simpatías.
Georgia obtuvo la mayor proporción de valoraciones positivas: el 16,8 % de los ucranianos declararon tener una actitud totalmente positiva, mientras que otro 37,0 % la calificaron como mayoritariamente positiva. En conjunto, esto supone un 40 % de opiniones positivas. Kazajistán tiene un nivel similar de simpatía: 11,6 % totalmente positiva, 34,2 % mayoritariamente positiva, con un saldo neto del 41,9 %. En tercer lugar se encuentra Azerbaiyán, con un 42,4 % de valoración positiva, aunque la valoración neutral es claramente mayoritaria, con un 45,4 %.
En contraste, se encuentran los países de Asia Central. En Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán predominan las respuestas neutrales: 63,4 %, 64,3 %, 66,4 % y 61,3 %, respectivamente. Todos ellos tienen un saldo de simpatía inferior al 12 %, y Turkmenistán incluso muestra un apoyo nulo (-0,2 %), debido principalmente al bajo nivel de información.
Por el contrario, Armenia tiene una valoración positiva del 8,4 % en total y del 29,9 % en su mayor parte, lo que la sitúa en cuarto lugar con un saldo del 35,5 %.
«A pesar de la herencia soviética común, la sociedad ucraniana ve a los países de Asia Central principalmente con cautela o indiferencia. Al mismo tiempo, el ejemplo de Georgia y Kazajistán demuestra que las estrechas relaciones intergubernamentales y la presencia informativa positiva pueden influir significativamente en la opinión pública», comenta Maxim Urakín, doctor en Economía y fundador del Experts Club.
Así, las conclusiones del estudio indican que, en una región con potencial para la cooperación con Ucrania, el factor clave no es solo la memoria histórica, sino también la actividad diplomática y cultural actual.