Según el nuevo informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) titulado «La verdadera crisis de la fertilidad», las tasas de natalidad mundiales han alcanzado su mínimo absoluto, lo que confirma la tendencia global hacia el declive demográfico.
Principales conclusiones del estudio
La tasa media de natalidad ha descendido desde 1950 de 5 a aproximadamente 2,2-2,3 hijos por mujer.
En más de la mitad de los países, incluidos Estados Unidos, Alemania, India y Brasil, el número medio de hijos por pareja es inferior al nivel de reemplazo, que se sitúa entre 2,1 y 2,2.
Uno de cada cinco adultos en 14 de los países encuestados (Estados Unidos, India, Brasil, Alemania, etc.) afirmó que no podía tener tantos hijos como desearía, principalmente debido al alto costo de la vida y a problemas financieros.
El análisis muestra que el problema no es la falta de deseo de tener hijos, sino la falta de oportunidades, es decir, la falta de apoyo social y financiero.
«El mundo ha entrado en una fase de descenso masivo de la natalidad… Muchos sienten que no pueden formar la familia que desean, y esto es realmente una crisis», declaró la directora ejecutiva del Fondo, Natalia Kanem.
La inestabilidad demográfica —la disminución de la población y el aumento de la proporción de personas mayores— amenaza la economía y la estructura social de los países. La pérdida de ciudadanos jóvenes —las familias jóvenes posponen la maternidad o renuncian por completo a tener hijos, lo que reduce el consumo y la riqueza nacional—. La heterogeneidad geográfica: mientras que la población de Europa y Japón se reduce, el crecimiento se produce principalmente en África, Asia y América Latina.
El informe del UNFPA indica claramente que la natalidad no está disminuyendo por falta de deseo de tener hijos, sino por la falta de apoyo adecuado por parte de los Estados. Sin medidas de ayuda PROGRAMÁTICA en los ámbitos social y económico, las sociedades mundiales corren el riesgo de enfrentarse a generaciones futuras empobrecidas demográficamente.