OpenAI ha comenzado a implementar gradualmente un sistema de verificación de la edad de los usuarios de ChatGPT, en el que a algunas cuentas se les solicita que confirmen su mayoría de edad mediante un pasaporte u otro documento de identidad oficial, según se desprende de los materiales de referencia de la empresa y de los mensajes de los usuarios.
Según las nuevas instrucciones de OpenAI, ChatGPT utiliza un modelo de predicción de edad para evaluar si la cuenta pertenece a un usuario menor o mayor de 18 años. Si el sistema considera que el usuario no ha cumplido los 18 años, se aplican automáticamente restricciones adicionales al contenido sensible de la cuenta, mientras que los mayores de edad que hayan sido clasificados erróneamente como adolescentes tienen la posibilidad de recuperar el acceso completo mediante la verificación de su edad con un documento.
En el artículo publicado Age prediction in ChatGPT, OpenAI aclara que, en caso de ser clasificado erróneamente como menor de 18 años, el usuario adulto puede pasar la verificación subiendo una foto de su pasaporte u otro documento de identidad oficial y una selfie a través del socio Persona: tras la confirmación de la edad, la cuenta pasa al modo «adulto» estándar. La empresa señala por separado que la función «se está implementando gradualmente y puede no estar disponible todavía» en algunos países.
Una nota separada titulada «¿Por qué se me pide que verifique mi edad?» describe un procedimiento adicional para las jurisdicciones en las que la verificación de la edad es un requisito legal: al iniciar sesión en ChatGPT, a estos usuarios se les muestra un banner en el que se les pide que se verifiquen en un plazo de 60 días; de lo contrario, se les bloqueará el acceso hasta que completen el procedimiento. Para estas verificaciones, OpenAI utiliza el servicio externo Yoti, que, dependiendo del método elegido, puede solicitar una selfie, la carga de un documento o la verificación a través de una aplicación móvil.
La empresa explica que el desarrollo del sistema de predicción de edad y las verificaciones mediante documentos está relacionado con el endurecimiento de los requisitos para la protección de los adolescentes cuando utilizan servicios de IA. En septiembre, OpenAI anunció la creación de una «experiencia separada» para los usuarios menores de 18 años, en la que ChatGPT no debe participar en conversaciones coquetas ni discutir temas relacionados con causar daño, y en casos de amenaza evidente para la vida del adolescente, el sistema puede notificar a los padres o a las autoridades.
OpenAI no revela la lista completa de países e idiomas en los que el sistema ya está activo, limitándose a hablar de una «implantación gradual». Al mismo tiempo, los usuarios de los foros en inglés informan masivamente sobre las solicitudes de ChatGPT de proporcionar un documento de identidad y una selfie, donde a algunos de ellos se les ha restringido el acceso a todas las funciones del servicio hasta que se complete la verificación o se confirme su mayoría de edad.
Hikmatilla Ubaidullaev, Jefe Adjunto del Departamento de Tecnologías Financieras, Digitalización e Inteligencia Artificial de la Administración Presidencial de Uzbekistán, declaró que se había celebrado la primera reunión de trabajo con representantes de OpenAI. Valerie Fokke, Dips Patel, Shaig Ali y Carlotta Serrano, Jefes de Educación y Asociaciones, asistieron a la reunión.
El tema principal de las charlas fue la presentación de la plataforma ChatGPT EDU para profesores y alumnos. Esta herramienta permitirá utilizar potentes modelos lingüísticos de OpenAI en un entorno seguro, crear materiales de aprendizaje personalizados y asistentes de IA propios.
Las partes prestaron especial atención al aprendizaje personalizado, en el que la inteligencia artificial ayuda a adaptar el proceso educativo a las características individuales de cada alumno, como su ritmo, nivel de conocimientos e intereses. Un sistema de este tipo permitirá a los profesores detectar rápidamente las lagunas, crear tareas individuales, automatizar la comprobación de trabajos y reducir los trámites burocráticos.
Se acordó que OpenAI no creará un programa independiente, sino que se unirá a la iniciativa nacional 1 Million AI Leaders, añadiendo sus propios cursos y conocimientos. Esto permitirá a los escolares, estudiantes y profesores uzbekos dominar las tecnologías de inteligencia artificial al nivel de los estándares mundiales.
Otro tema de debate fue el apoyo a las nuevas empresas locales. OpenAI se mostró dispuesta a estudiar la posibilidad de facilitar acceso preferente a API y préstamos, así como la participación en hackathones y programas de aceleración en Uzbekistán. Esto creará oportunidades adicionales para los equipos jóvenes que desarrollen sus propios productos de IA en el ámbito educativo y empresarial.
La parte uzbeka también presentó planes para crear un clúster de GPU y un corpus de datos en uzbeko para la localización y adaptación de modelos de IA. Los representantes de OpenAI señalaron que sus sistemas ya demuestran un alto nivel de comprensión de la lengua uzbeka y expresaron su interés en seguir cooperando en este ámbito.
Tras la reunión, las partes acordaron preparar una hoja de ruta para la cooperación en tres áreas clave:
1) Implantación de ChatGPT EDU en las universidades;
2) desarrollo de la educación masiva en IA
3) apoyo a startups y hackathons.
La estadounidense OpenAI, desarrolladora del chatbot GPT, se ha convertido en la empresa privada más valiosa del mundo tras cerrar una operación de venta secundaria de acciones a inversores con una valoración de 500 000 millones de dólares, según informa CNBC. La posibilidad de vender sus acciones se ofreció a los empleados de la empresa que las poseían desde hacía más de dos años. En total, se vendieron títulos por valor de 6600 millones de dólares, mientras que la autorización preveía la venta de hasta 10 300 millones de dólares.
El comprador de las acciones fue un consorcio de inversores formado por Thrive Capital, SoftBank, Dragoneer Investment Group, MGX y T. Rowe Price.
Durante la ronda de inversión, que finalizó en abril de este año, OpenAI fue valorada en 300 000 millones de dólares.
El cálculo actual del valor de OpenAI la convierte en la empresa privada más cara del mundo. Anteriormente, se consideraba que era SpaceX, valorada en 456 000 millones de dólares.