Tener un bebé en Estados Unidos siempre ha atraído a futuros padres de todo el mundo. Además del alto nivel de los servicios médicos, esto da al niño una oportunidad única de convertirse automáticamente en ciudadano estadounidense, independientemente del estatus de sus padres. Pero, ¿cambiarán las normas para conceder la ciudadanía debido a la nueva orden ejecutiva de Donald Trump?
La orden ejecutiva de Donald Trump de abolir la ciudadanía por derecho de nacimiento ha desatado un acalorado debate no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Esta práctica, conocida como jus soli («derecho a la tierra»), se ha convertido en objeto de litigios y enfrentamientos políticos. ¿Cómo afectará esto al turismo de maternidad en Estados Unidos y al futuro de quienes planean dar a luz en el país?
Según el decreto, las agencias gubernamentales estadounidenses deben dejar de expedir la ciudadanía a los niños nacidos en Estados Unidos de padres que no tienen estatus legal. Sin embargo, es poco probable que este decreto se convierta en ley en los próximos años. La concesión de la ciudadanía sigue estando estrictamente regulada por la 14ª Enmienda de la Constitución estadounidense, que garantiza el derecho a la ciudadanía a toda persona nacida en el país.
La Orden Ejecutiva ha sido objeto de numerosos recursos judiciales. Los fiscales generales de 22 estados han presentado demandas que cuestionan la inconstitucionalidad de la decisión. Y el Tribunal Federal de Seattle ya ha bloqueado la orden imponiendo una moratoria temporal. Las demandas argumentan que la ciudadanía es un derecho garantizado por la Constitución, y que ni siquiera el Presidente puede anularlo con un simple decreto.
Aunque se aplique una moratoria o el decreto sea bloqueado por los tribunales, la nacionalidad seguirá concediéndose a los hijos de la forma habitual. Para muchos padres, el derecho a la ciudadanía es la principal razón para elegir dar a luz en Estados Unidos. Un hijo ciudadano estadounidense recibe privilegios en educación, empleo y seguridad social, y abre a los padres la posibilidad de obtener el derecho a residir en Estados Unidos en el futuro mediante la reagrupación familiar.
Dar a luz en Estados Unidos no sólo es atractivo por la ciudadanía. El alto nivel de la medicina, los modernos equipos y los médicos cualificados garantizan la comodidad y seguridad de la madre y el niño. Muchas personas también aprecian el clima tropical y el ambiente relajado, que contribuye a una fácil recuperación tras el parto.
Los paquetes de servicios incluyen:
– Asistencia en la elección de clínica y médico.
– Organización del alojamiento y los traslados.
– Apoyo jurídico para la preparación de documentos para el niño.
– Asistencia en el parto y médica durante el embarazo.
Las clientas de la empresa destacan el alto nivel de servicio y atención. Por ejemplo, una de las madres señala: «Todo el proceso, desde la organización hasta el parto en sí, fue lo más cómodo posible. Nos sentimos seguros y los médicos son auténticos profesionales. Muchas gracias al equipo de AIST!».
A pesar de los intentos de cambiar la política de ciudadanía, la probabilidad de que el decreto de Trump se aplique es baja debido a la fuerte oposición del poder judicial y del público. Los procesos judiciales se alargarán durante años, y los niños nacidos en EEUU seguirán recibiendo la ciudadanía en virtud de la 14ª Enmienda.
Por tanto, no hay motivo de preocupación para quienes planeen dar a luz en EE.UU. La ciudadanía estadounidense sigue siendo una inversión rentable en el futuro de un niño, y los servicios de profesionales como AIST ayudarán a que este proceso sea lo más cómodo posible.