Egipto aspira a recaudar entre 10.000 y 15.000 millones de dólares anuales mediante la venta de bienes inmuebles a extranjeros, dirigiéndose a los inversores extranjeros para impulsar el crecimiento económico y transformar el mercado inmobiliario.
Según el Dr. Abdel Monim El Sayed, Director del Centro de Investigación Económica de El Cairo, las exportaciones inmobiliarias pueden generar importantes ingresos si se organizan eficazmente. Subrayó la necesidad de aplicar políticas claras destinadas a simplificar los procedimientos de adquisición de propiedades para los inversores extranjeros. El Sayed señaló que, a pesar del potencial del mercado inmobiliario egipcio, existen obstáculos, como la falta de datos fiables sobre las propiedades exportadas y la ausencia de un organismo regulador único que cumpla las normas mundiales.
Como ejemplo del éxito de este tipo de iniciativas, Dubai registró ventas de propiedades por valor de más de 18.000 millones de dólares en 2024, y el total de exportaciones inmobiliarias a los EAU superó los 45.000 millones de dólares. Estas cifras demuestran que, con las estructuras adecuadas, Egipto puede lograr un éxito económico similar.
Sin embargo, también existen retos, especialmente relacionados con el estado de los inmuebles. El-Sayed señaló que muchas propiedades no están totalmente terminadas, lo que puede disuadir a los compradores extranjeros que prefieren opciones listas para mudarse. También destacó los problemas que plantean los contratos poco transparentes y las dificultades administrativas para registrar y transferir propiedades, lo que crea barreras adicionales para los inversores potenciales.
En respuesta a estos problemas, se ha destacado la necesidad de crear un organismo regulador central que supervise el sector inmobiliario. El Sayed subrayó la importancia de establecer normas vinculantes para los contratos, estándares de calidad para los acabados y criterios financieros para los promotores. Este organismo garantizaría la seguridad de los fondos de los compradores y reduciría los riesgos para los inversores extranjeros.
La propuesta del Gobierno incluye condiciones como un valor mínimo de la propiedad de 300.000 dólares para los compradores extranjeros y requisitos de pago en divisas para facilitar las transacciones. El principal objetivo de esta iniciativa es apoyar la entrada de divisas en Egipto y equilibrar eficazmente la oferta y la demanda en el mercado inmobiliario.
Se espera que la simplificación de los procesos y los incentivos específicos aumenten el atractivo del sector inmobiliario egipcio para los inversores extranjeros. El Gobierno pretende posicionar a Egipto como una opción atractiva para los compradores internacionales, acompañando estas medidas con una campaña promocional a gran escala destinada a atraer a compradores extranjeros de propiedades, en línea con las tendencias mundiales de inversión en mercados emergentes.