Serbia ha decidido repatriar todas sus reservas de oro almacenadas en el extranjero y trasladarlas al territorio del país. Así lo informa la agencia Bloomberg, citando fuentes de círculos financieros. El valor total de los activos se estima en unos 6.000 millones de dólares a los precios actuales del mercado.
Según la agencia, Serbia será el primer país de Europa del Este en decidir la devolución íntegra de las reservas físicas de oro procedentes de depósitos tradicionales como el Reino Unido, Suiza y Estados Unidos.
La decisión se produce en un contexto de creciente inestabilidad geopolítica, presiones inflacionistas e incertidumbre en los mercados mundiales. Las autoridades serbias consideran la colocación física de oro en el país como una garantía adicional de liquidez y soberanía, especialmente en caso de crisis económicas o monetarias de emergencia.
A mediados de 2025, las reservas de divisas de Serbia ascendían aproximadamente a 25 300 millones de euros, de los cuales
– más de 40 toneladas de oro (equivalentes a unos 2.700 millones de euros),
– el resto son activos en divisas, incluidos euros, dólares y DEG (Derechos Especiales de Giro del FMI).
Tradicionalmente, una parte significativa de las reservas de oro serbias se ha depositado en el Banco de Inglaterra en Londres, uno de los mayores depositarios de metales preciosos del mundo. Este banco presta servicios a más de 30 naciones, entre ellas Holanda, Alemania, Hungría y otras, que también han realizado devoluciones parciales de oro a lo largo de los años.
Las razones de la devolución se explican por varias consideraciones clave:
– Garantía de control físico – frente a posibles sanciones internacionales, riesgos geopolíticos o bloqueos de activos.
– Precedentes de bloqueos – incluida la negativa del Reino Unido a transferir oro a Venezuela, que aumentó la ansiedad entre los países en desarrollo.
– Mayor resistencia macrofinanciera – el oro físico a nivel nacional se considera una herramienta para estabilizar las monedas nacionales en caso de crisis.
La repatriación de oro es una tendencia mundial en los últimos años. Tales medidas han sido adoptadas por:
– Alemania: devolvió más de 300 toneladas de oro de París y Nueva York;
– Hungría – triplicó sus reservas de oro y las transportó al país;
– Turquía – repatrió todo el volumen de oro de Estados Unidos en 2018.
La decisión de Serbia de devolver el oro a su territorio no es solo un movimiento financieramente lógico, sino también una señal política que refleja el creciente papel de la soberanía y la autonomía en la gestión de los activos estatales. En un contexto de fragmentación mundial de los bloques económicos y de riesgos de sanciones, incluso las economías pequeñas tratan de minimizar la dependencia exterior, especialmente en cuestiones relacionadas con las reservas clave.
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