El Bundestag alemán ha aprobado nuevas leyes que facilitan la deportación de personas a los llamados países de origen seguros y endurecen las condiciones para obtener la ciudadanía, informa Die Welt.
Según las nuevas normas, el Gobierno alemán podrá determinar qué países son seguros mediante un acto normativo sin necesidad de consultar al Consejo de los Estados Federados. Esto simplificará la deportación de personas procedentes de dichos países, aunque la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF) mantiene la posibilidad de obtener protección en casos excepcionales.
Además, la ley suprime la financiación estatal de la asistencia letrada obligatoria para las personas que se encuentran en prisión preventiva por deportación. La Asociación Alemana de Abogados y la Cámara Federal de Abogados han criticado esta decisión. «La privación de libertad es una de las restricciones más graves de los derechos fundamentales. Hasta ahora, más de la mitad de todas las detenciones son ilegales. El Estado debe someterse a un control especialmente riguroso», señalaron desde la asociación.
También se introduce una prohibición de diez años para obtener la ciudadanía para las personas que proporcionen deliberadamente información incompleta o falsa durante el procedimiento, en particular en relación con el escándalo de los certificados falsos de conocimiento del idioma. «Quien intenta engañar durante el procedimiento de obtención de la ciudadanía no merece el pasaporte alemán», declaró el representante del grupo parlamentario de la Unión para la Política Interior, Alexander Trom (CDU).
El senador republicano Bernie Moreno (Ohio) ha anunciado su intención de presentar al Congreso el proyecto de ley Exclusive Citizenship Act of 2025, que de hecho suprime la doble nacionalidad para los ciudadanos estadounidenses. El documento prevé que los estadounidenses no podrán tener simultáneamente la ciudadanía estadounidense y la de cualquier otro país.
Según los medios de comunicación especializados, el proyecto de ley contiene dos disposiciones clave. En primer lugar, cualquier persona que, tras la entrada en vigor de la ley, solicite la ciudadanía extranjera, se considerará automáticamente que ha renunciado a la ciudadanía estadounidense. En segundo lugar, a los actuales titulares de la doble nacionalidad se les ofrece un período transitorio de un año, durante el cual deben renunciar a su pasaporte extranjero o notificar por escrito a las autoridades su renuncia a la ciudadanía estadounidense. En caso de inacción, se considerará que dicha persona ha perdido la ciudadanía estadounidense.
La aplicación de la ley recae en el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, que deben crear sistemas de registro de personas que han perdido la ciudadanía y mecanismos de control del cumplimiento de las nuevas normas. La iniciativa ya ha suscitado debate en los medios de comunicación, en particular porque puede afectar a figuras públicas conocidas que tienen doble nacionalidad.
Los expertos señalan que el camino del proyecto de ley será difícil tanto desde el punto de vista político como jurídico. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos, en una serie de sentencias, en particular Afroyim v. Rusk (1967) y Vance v. Terrazas (1980), ha establecido claramente que no se puede privar a un ciudadano de su nacionalidad sin su consentimiento voluntario, y que la mera existencia de la doble nacionalidad no puede interpretarse automáticamente como motivo para su pérdida.
Teniendo en cuenta estos precedentes, así como la situación política en el Congreso (la oposición de los demócratas y las probables reservas de parte de los republicanos), las posibilidades de que el proyecto de ley sea aprobado en su forma actual parecen escasas. Lo más probable es que la iniciativa se convierta en un elemento del debate político interno sobre la inmigración y la lealtad de los ciudadanos.
El primer ministro de Montenegro, Milo Đukanović, ha iniciado una revisión de la práctica de conceder ciudadanías honoríficas, subrayando que estas deben otorgarse exclusivamente por méritos concretos al país, como la creación de empleo, el desarrollo económico y la promoción de los intereses montenegrinos. Advirtió que, si se descubre que los pasaportes se han concedido como «servicios personales» o sin criterios claros, esto desacreditará a las instituciones estatales y fomentará los planes de corrupción.
Spajic tomó esta medida en el contexto del procedimiento de privación de la ciudadanía al empresario kosovar Naser Ramaj. Este caso se ha convertido en un ejemplo paradigmático de la revisión de la práctica de conceder la ciudadanía honoraria, especialmente en el contexto del activo movimiento de Montenegro hacia la adhesión a la Unión Europea.
Ramaj, que obtuvo el pasaporte montenegrino en octubre de 2023 como inversor de un proyecto a gran escala en Porto Budva por valor de 80 millones de euros, figura ahora en una causa penal por el desfalco de 2,2 millones de euros. Se le acusa de evasión fiscal sistemática en la construcción de este complejo residencial. Cabe destacar que la ciudadanía le fue concedida durante el anterior Gobierno de Dritan Abazovic, lo que pone en tela de juicio la transparencia de las decisiones tomadas en el pasado.
Spajic subraya especialmente que casos como este dañan la imagen internacional del país en un momento crítico, cuando Montenegro se esfuerza por concluir las negociaciones para su adhesión a la UE antes de finales de 2025. Los socios europeos llevan mucho tiempo expresando su preocupación por los riesgos de corrupción asociados a los programas de ciudadanía económica. Las medidas actuales del Gobierno tienen por objeto demostrar su determinación de ajustar todos los procedimientos a las normas europeas.
Este precedente puede marcar un punto de inflexión en la política de Montenegro en materia de ciudadanía. Las autoridades no solo están revisando la decisión concreta, sino que también están llevando a cabo una revisión sistemática de las ciudadanías honoríficas concedidas anteriormente, con el fin de restablecer la confianza tanto de sus propios ciudadanos como de la comunidad internacional. El éxito de esta iniciativa será fundamental para la futura integración europea del país, prevista para 2028.
Fuente: https://t.me/relocationrs/930
En los últimos años, Serbia ha concedido activamente la ciudadanía a ciudadanos extranjeros, especialmente rusos, utilizando como excepción el procedimiento de naturalización. Según la Ley de Ciudadanía de la República de Serbia, el gobierno puede conceder la ciudadanía a personas si su admisión es de interés para el Estado.
Según el medio de comunicación serbio Nedeljnik, al menos cuatro oligarcas rusos obtuvieron la ciudadanía serbia en 2025:
Oleg Boyko – con un valor estimado de 1.500 millones de dólares.
Sergei Lomakin – con un valor aproximado de 1.200 millones de dólares.
Yevgeny Strshalkovsky y Yuri Kushnerov – no se han revelado las cantidades exactas, pero es probable que sean varios cientos de millones de dólares.
La decisión de conceder la nacionalidad fue tomada por el gobierno serbio bajo la dirección del ex Primer Ministro Milos Vucevic. La base formal fue el «interés para la República de Serbia», según el artículo 19 de la Ley de Ciudadanía. Sin embargo, los motivos y criterios concretos para que estas personas recibieran pasaportes serbios siguen sin estar claros, especialmente dada la falta de información sobre sus anteriores vínculos comerciales con Serbia.
Hasta ahora, no hay datos sobre si los nuevos ciudadanos serbios planean desarrollar negocios en el país. Sin embargo, los expertos especulan con que la concesión de la ciudadanía puede estar relacionada con el deseo de atraer inversiones y capital a Serbia. En los últimos años, empresarios rusos han comprado activamente propiedades en Belgrado, Novi Sad y centros turísticos serbios.
Estadísticas sobre ciudadanía y permisos de residencia para rusos:
2022: De los 84 extranjeros a los que se concedió la ciudadanía serbia por decisión gubernamental, casi dos tercios eran rusos.
De febrero de 2022 a diciembre de 2024: Los ciudadanos rusos presentaron 73.197 solicitudes de residencia temporal en Serbia, de las que se aprobaron más del 90%.
Febrero de 2025: El número de rusos que viven realmente en Serbia se estima entre 80.000 y 110.000.
Razones para conceder la ciudadanía
El Presidente serbio Aleksandar Vucic ha declarado anteriormente que la concesión acelerada de la ciudadanía a rusos y ucranianos se debe a la escasez de mano de obra en el país. Se da prioridad a quienes abren empresas y crean puestos de trabajo para ciudadanos serbios. Sin embargo, en el caso de los multimillonarios rusos, no está claro cómo contribuye su ciudadanía al desarrollo de la economía serbia.
Así pues, Serbia sigue utilizando la concesión de la ciudadanía como herramienta para atraer inversiones y vínculos empresariales. Sin embargo, la falta de transparencia en los criterios de naturalización plantea interrogantes sobre los verdaderos motivos de tales decisiones. En el contexto de la situación geopolítica, es probable que el interés de los empresarios rusos por el pasaporte serbio esté vinculado no sólo a las oportunidades de inversión, sino también a la posibilidad de obtener un nuevo estatuto jurídico en Europa.
Fuente: https://t.me/relocationrs/755